viernes, 30 de septiembre de 2011

aliens


El 'culebrón' del verano

El misterio llegó en junio a los quioscos españoles de la mano de JOSEP GUIJARRO y MANUEL CARBALLAL, que informaban en la revista Más Alládel «descubrimiento por parte de la BBC de una vieja película -propiedad de un cámara militar que en la actualidad tiene 82 años- que, al parecer, recoge las imágenes no sólo de un ovni estrellado, sino tambien de los cuerpos de tres o cuatro seres alienígenas» [Guijarro, 1995a] y decían que «la prestigiosa casa de fotografía Kodak» había confirmado que la película había sido fabricada en los años 40 [Carballal, 1995], extremos ambos que han resultado ser falsos. Ni la BBC ha tenido nada que ver en todo el asunto de la película de Roswell ni Kodak ha certificado en ningún momento la antigüedad del filme. El culebrón ufológico del verano había comenzado, y Más Allá y Año Cero se enfrascaron en su particular carrera por facilitar la información más impactante a sus lectores.
Guijarro optó desde un principio por poner en duda la autenticidad de la filmación mientras JAVIER SIERRA, el especialista en platillos volantes deAño Cero, se lanzaba a una delirante carrera hacia el absurdo, dejándose seducir por PHILIP MANTLE, miembro de la BUFORA que ha apoyado a Santilli en todo momento. Así, al tiempo que Guijarro se preguntaba en Más Allá si «¿Es la película de Roswell un montaje fraudulento?» o llegaba a la conclusión después de cuatro meses -más vale tarde que nunca- de que «Las imágenes del 'extraterrestre' de Roswell son un montaje fraudulento», Sierra galopaba a lomos de la irracionalidad más desenfrenada y proclamaba a los cuatro vientos: «¡No son humanos!», «¡Estaban vivos!», «Jaque a la ciencia», «Roswell, un watergate cósmico»... Y Año Cero se llevó el gato al agua.
 Monografias.com
principios de agosto, los españoles pudieron ver las primeras fotografías procedentes de la película de Santilli. Un alienígena cabezón y carente de pelo ocupaba la portada de Año Cero, cuyo director, ENRIQUE DE VICENTE, dedicada el editorial a justificar que su revista se apropiara indebidamente de unas imágenes propiedad de Merlin Communications Ltd. «Si estas películas son auténticas, como aseguran quienes las han puesto en circulación, se trataría de la noticia del siglo y la humanidad tiene el derecho a conocerla sin ningún tipo de restricciones. Si es cierta la historiaque estos cuentan, el propietario legal de las mismas sería el Gobierno de Estados Unidos, que difícilmente se atreverá a reclamar sus derechos y reconocer así la verdad que oculta al mundo desde hace medio siglo. Si no fuera así, se trataría de un fraude y la venta de dichas imágenes como auténticas sería igualmente fraudulenta. Es por ello -concluía De Vicente- que, ante la falta de respuesta a nuestras tentativas de negociación por parte de quienes, sin aportar prueba alguna, aseguran haberlas comprado al 'cameraman' que las filmó, nos unimos a la iniciativa del CISU italiano, decidiendo publicar las imágenes y planteando así un claro desafío que pretende contribuir a desvelar la verdad» [Vicente, 1995]. A incrementar lasventas de la revista a costa de la verdad y de la credulidad del público, diría yo.